Queridos Reyes Magos:
Este año he sido razonablemente buena. Mi grupo de juego ha perdido miembros por el camino, pero aún quedamos cuatro infatigables, más mi hermana cuando viene y Katia de vez en cuando. Hemos mantenido nuestra tradición de jamás jugar a un juego más de una vez, exceptuando el Descent, que ya llevamos unas cuantas partidas. Todas esas partidas, queridos Reyes, las he perdido estrepitosamente, pero no por eso he tirado la toalla. He mirado con lupa las reglas y he estado cada día más atenta para poder vencer algún día. Esa es mi primera petición para el año que viene: ganar alguna partida al Descent. El papel de Señora Oscura es ingrato pero necesario, Descent no se puede comparar al Ravenloft sin alma o al recientemente adquirido y sí, emocionante, pero bastante mecánico Pathfinder el juego de cartas. Descent ha perdido con esta segunda edición su capacidad de sorpresa, pero se agradece que las reglas ya no sean un galimatías difícil de recordar. Mis dulces enemigos nunca se niegan a acabar con mis preciosos monstruos y a brindar por mi derrota.
Por otro lado y como ya sabéis, he estado en Essen este año. Ha sido una de las mejores experiencias que he tenido, el segundo mejor viaje del año después de Asturias y una oportunidad única para conocer a buena gente. Os prometo que trataré de ir más a eventos de este tipo y conocer nuevos jugadores, diseñadores y juegos. A cambio tengo que pediros una cosa. Es un poco difícil, pero como sé que sois magos imagino que no tendréis ningún problema: Study in Emerald. Me lo pasé muy bien jugando y me dio mucha rabia que se agotara. Ya de paso y, si os sobran las perras, podrías acompañarlo con una copia de Sherlock Holmes Detective Asesor, para tener el pack completo del Londres Misterioso. Prometo también verme todos los nuevos capítulos de Sherlock para inspirarme.
Quisiera agradeceros algunos de los juegos que me habéis traído este último año, como los pequeños y resultunes Love Letter, Donburiko, Black Stories y Hanabi. Es cierto que el Black Stories no es para cualquier momento y alguna de las historias son un poco tontas, pero nos ha traído tardes y viajes muy agradables. A los otros tres puedes enganchar a cualquiera y eso siempre es de agradecer, pues no siempre he encontrado a gente dispuesta a tragarse media hora de set-up más media hora de explicación. Si tenéis más de esos los podéis deslizar en mis zapatos sin problema.
Tampoco podemos olvidar el Duel of Ages II, que habéis conseguido traerme a pesar de las aduanas y la distancia. Esto de que seáis magos, ya os digo, tiene muchas ventajas. Pues bien, ese juego nos ha regalado verdaderos momentos épicos. Nunca había visto un juego en el que la estrategia y el azar pesaran ambos tanto. Piensas tu estrategia y vas a por todas y luego zas, pierdes por una carta mala y te cabreas y gruñes y quieres matar a alguien y por último, cuando empiezas a calmarte y olvidar, quieres, necesitas, exiges jugar otra partida. Digan lo que digan los alérgicos al azar, no hay nada que enganche más que un golpe de suerte o de desgracia. No hay nada más épico que la fortuna.
Por último también hemos jugado a juegos del año pasado, como el Wilderness y el Wiz War. El primero es divertido y genial y nos ha dado la sensación de morir de sed o de hambre. Sobrevivió, como es lógico, el que más experiencia tenía en bosques y montañas. El Wiz War también nos encanta, con su estrategia, sus hechizos y sus puñaladas. Me gustaría que me trajerais en algún momento del año (no hace falta que sea en Navidad) la versión en castellano, porque a los chicos les cuesta leer el inglés y hay hechizos que no usan porque tienen mucha letra y claro, así pierde gran parte de su gracia. A cambio yo os daré la versión en inglés con las figuritas de los magos pintadas. He de decir, además, que a uno de los magos lo pinté yo y se parece muchísimo a Melchor, así que os lo podéis quedar vosotros para vuestras partidas en el desierto. No os decepcionará.
Ah, y sí, también me gustaría que me trajerais algún juego de mucha interacción y puñaladas, como el Battlestar Galáctica o el Spartacus, dos de las partidas más memorables de este año. Podría estar bien el República de Roma, aunque la verdad es que tengo un poco de miedo a las reglas. Lo dejo a vuestro sabio criterio.
Sobre si quiero el Heroquest para las navidades que viene, pues la verdad, tanta polémica ha habido que ya ni sé. No tengo muy claro a quién creer ni qué cosas son lícitas, legales o justas. Como vosotros sois muy sabios espero que sepáis arrojar luz sobre el asunto, no sé, algún escaneo de una carta de Hasbro, un e-mail de Baker, algo bueno y sólido que me permita aceptarlo o una denuncia, un tribunal y una condena que me permita rechazarlo. De momento ha sido tan turbio todo que ha perdido su magia. Sólo vosotros podéis decidir si ha de recuperarla o tiene que condenarse para siempre.
Nada más que se me ocurra ahora. Aparte de juegos ya sabéis que siempre podéis traer cosas calentitas, tipo calcetines, zapatillas y jerséis, para no pasar frío mientras jugamos y que este invierno esté lleno del calor especial de una mesa con amigos y un tablero en el medio.
En 2014 prometo jugar, beber, querer, reír, escribir, porque la felicidad es la más hermosa y necesaria de todas las revoluciones.
Sinceramente vuestra,
Maquiavela